8/10/24

PEÑÓN DE LOS MOROS (HOZ DE BARBASTRO)

 

Peñón de los Moros de Hoz de Barbastro

Desde el sur

Destalle del aparejo

Desde arriba


Hoz de Barbastro es una localidad de la comarca del Somontano de Barbastro accesible desde la carretera A-2208, bien desde Barbastro o bien desde Naval. Para llegar al "Peñón de los Moros" tomaremos una pista descendente que parte desde las inmediaciones del cementerio que baja hasta el barranco de Montesa. Pronto veremos el afloramiento rocoso en el que se sitúan los restos de la fortificación.

Se trata de un peñón de unos 6 metros de alto con su parte superior plana. Solo es accesible, con precaución, por su cara septentrional. En su parte superior perviven dos lienzos de sillarejos de calibre irregular -lados sur y oeste-, de lo que debió ser un torreón de vigilancia. El lienzo sur es el mejor conservado, ya que llega a levantar un máximo de cinco hiladas. La fortificación cuenta también con una pequeña necrópolis de lajas que no llegamos a localizar, si bien, Adolfo Castán la documenta en su libro de Torres y Castillos del Altoaragón.

No es fácil datar este tipo de fortificaciones, en cualquier caso, y con todas las reservas necesarias, pensamos que su cronología debe encuadrarse entre los siglos XI-XIII.

29/6/24

ISCLES (DESPOBLADO MEDIEVAL)

  

 Ermita de San Pedro de Iscles y "Lo Castell de Pei"

Cabecera poligonal

Interior de la ermita

En esta ocasión nos desplazamos a tierras ribagorzanas, concretamente hasta Santorens, para documentar uno de los muchos despoblados medievales que salpican la geografía de nuestra provincia. Nuestro destino es el despoblado medieval de Iscles (o Isdes), que no hay que confundir con el repoblado lugar de Iscles situado en las estribaciones de la sierra de Sis, también dentro de la comarca de Ribagorza.

Del Iscles medieval hay documentación que atestigua su existencia en los siglos XI y XII, así como su dependencia eclesiástica del Monasterio de Alaón. El rastro documental de Iscles desaparece en el siglo XVI, es por lo tanto en esta centuria donde hay que fijar su desaparición.

El edificio que hoy conocemos como la ermita de San Pedro de Iscles no es nada más que su vieja iglesia parroquial, alzada en algún momento del siglo XII y severamente reformada en el XV, siglo en el que se sustituyó su cabecera semicircular por la poligonal actual, más acorde con los gustos litúrgicos de la época. Es templo de nave rectangular cubierto con bóveda de cañón. La puerta de acceso, adovelada, abre en el paramento sur. Dos finos vanos, situados al sur y al oeste, se ocupan de la iluminación del inmueble. El aparejo es de sillarejo de roca calcárea de color blanquecino, bien alineada, situándose las piezas más grandes en los esquinazos. 

Ermita y despoblado se sitúan bajo el imponente tozal de San Salvador y junto a una curiosa formación rocosa puntiaguda conocida como "lo Castell de Pei", que podemos observar en la primera de las fotografías. La ermita de San Pedro de Iscles también se encuentra muy cerca del collado de Santa Bárbara, con airoso pilaret dedicado a esta santa.