Vestigios de la ermita de Santa Juliana
Posible vano
Restos de la ermita en el río
Río Aragón Subordán
Mateo Suman, fraile del convento de la Victoria de Zaragoza, en su obra de 1802 "Apuntes para el Diccionario Geográfico del Reino de Aragón, Partido de las Cinco Villas" editado por la Institución Fernando el Católico, dice en la página 233 sobre esta ermita: “Se sitúa a orillas del río Aragón Subordán y a su izquierda, a media hora de Embún, y en el término de Santa Juliana, en un llano, se conserva la ermita de esta santa virgen y mártir. Es toda de piedra. Se dice que hubo aquí un monasterio de monjas Benitas, sujetas al monasterio de san Julián de Navasal”. Además de todo esto, añade: “Muchas veces he pasado por esta ermita y me parece de fábrica muy semejante a la de algunas iglesias de monasterios Benedictinos antiguos de nuestras montañas”.
Pues bien, con estas pistas marché hace un par de fines de semana a Embún a tratar de localizarla. En el pueblo no obtuve mucha ayuda, quizá es que no supe dar con las personas adecuadas. Finalmente, dado que las márgenes estaban impracticables decidí meterme en el cauce del río y finalmente, tras un rato caminando, di con las ruinas a escasos metros del río, practicamente en el mismo borde pero en alto.
Después de fotografiar las ruinas y con un poco de fortuna, lo reconozco, pude contactar con los dueños de las tierras donde están situados estos vestigios, que me confirmaron que estaba ante las ruinas de la ermita pero que ellos la llamaban: “el monasterio de Santa Juliana”.
Sobre la ermita comentar que apenas quedan unos menguados restos que confirman su existencia. Quedan restos de un muro levantado en sillarejo, con un posible vano medio colmatado por la tierra y la maleza. El aparejo es de bastante calidad, he consultado con algunos amigos expertos en el tema y con todas las reservas, parece obra Alto Medieval.
Es cuestión de tiempo que los pocos restos que se mantienen en pie desaparezcan, pues el río va ganando lentamente el terreno a la orilla y la ermita se está desprendiendo poco a poco hacia el cauce del río. Pocos restos pero los suficientes para dejar constancia por escrito de esta desconocida ermita.