A mediados de enero de 2023 visitamos el despoblado medieval de Abrisén. Se localiza a unos cuatro kilómetros al norte de las localidades de Fañanás y Alcalá del Obispo. Una pista de tierra que nace en las inmediaciones de Fañanás, y que pasa junto a las ruinas de su viejo molino harinero, nos conducirá hasta el despoblado sin mayores dificultades.
De Abrisén perviven varias tumbas "tipo bañera" excavadas en la roca, muy erosionadas. Sobre ellas, en un montículo rocoso, se situó el castillo y la iglesia, de la que no quedan restos. En castillo tenía conexión visual con otros castillos cercanos como Montearagón, Siétamo o Argavieso. En la falda sur del estrato rocoso, además de las tumbas anteriormente citadas, hay excavadas algunas pocetas y una oquedad cuadrada picada en el bancal de piedra.
Unos metros al este se encuentran los vestigios de lo que parece un viejo torreón defensivo. Queda parte de uno de sus muros, de gruesos sillares de magnífica piedra, trabada con argamasa de cal. La posible torre se situaba muy cerca de donde estaba la villa, que se levantó entre la orilla derecha del río Guatizalema y el bancal de piedra del castillo. Lo que antiguamente era la villa son hoy campos de cultivo.
No podemos finalizar el artículo sin hablar del azud, que en esta ocasión no visitamos. Sorprende por sus dimensiones y su magnífico estado de conservación. Parece que su construcción puede trasladarse a época musulmana, aunque según algunos investigadores, no es descartable que pudiera tener origen romano. Queda pendiente para otra ocasión.
