9/12/15

SERUÉ (RUINAS DEL MONASTERIO DE SAN SALVADOR)

                                  Ubicación del monasterio

Vestigios de la ermita

Muros de sillarejo

Edificio adosado a la ermita

Sillarejos por tapizados por el musgo

Posible dovela o jamba

Hoy vamos a visitar unas ruinas, imagino que desconocidas para la mayoría, que encontramos en la cima de la montaña que se sitúa al norte de Serué, dentro de los límites de la comarca del Alto Gállego.
No hay mucha información sobre estas ruinas, además del libro "Geografía Medieval de Serrablo" de mi amigo José Miguel Navarro, no es fácil encontrar información sobre este lugar.

Si preguntas en Serué te explican que allí, en todo lo alto, quedan restos de una ermita (San Salvador) a la que subían en romería los pueblos de Layés y Serué. Pues bien, en realidad son las ruinas de un pequeño monasterio documentado ya en época medieval, como veremos a continuación.

Hay varios documentos del monasterio de San Juan de la Peña, uno del año 1179 y otro de 1245, donde se cita el monasterio de San Salvador de Serué. Concretamente se mencionan un buen número de posesiones que el monasterio tenía o había tenido en épocas anteriores. También es citado en sus escritos por Ubieto Arteta o el padre Marton. Evidentemente fue un monasterio pequeño y de escasa relevancia.

Para llegar hasta estas ruinas, una vez en Serué, hay que tomar una pista que parte en dirección norte que se dirige hasta la falta de la montaña que debemos subir. Una vez allí, nos espera una fuerte ascensión de unos 30-35 minutos. Tras la subida, una vez en la divisoria, se llega a un falso llano rodeado de árboles y maleza; es allí donde tenemos que buscar los vestigios del monasterio.

Quedan las plantas de dos edificios rectangulares semiengullidos por la maleza, por el musgo, y por los propios escombros producidos por los derrumbes. Los muros son de sillarejo, de unos 70 cm de grosor. La ermita de San Salvador (antigua iglesia) tenía planta rectangular y testero plano.
El paseo desde Serué hasta el monasterio de San Salvador es magnífico, las vistas desde la divisoria son espectaculares y las ruinas del monasterio, una delicia para los amantes de las viejas piedras.