Samper, vestigios del despoblado
Restos de muros y construcciones
Ruinas de la ermita de Samper
Arranque de fajón
Aproximación a su planta
Del antiguo pueblo de Samper subsisten dos o tres amontonamientos de piedras de mediano tamaño. También encontramos restos de algún muro que se resiste a caer y mucha piedra desperdigada.
Todos sus muros están cubiertos por un frágil manto verde que ha sido tejido con esmero durante muchos años, que nos aporta paz y sosiego. Sin duda es un lugar de alto voltaje paisajístico.
La ermita (antigua parroquial) es un edificio inédito, hasta ahora no catalogado. A pesar de su deplorable estado su planta se advierte con claridad. Fue un templo de nave única y rectangular, encabezado por testero plano orientado al este. Sus medidas son 7.60 x 3.35 metros. La puerta de acceso abre al sur, descentrada hacia los pies. El aparejo utilizado es sillarejo de mediano calibre, intentando formar hiladas. El grueso del paramento alcanza los 0.80-0.85 metros en todos sus costados. Aunque a primera vista nos pareció una construcción no excesivamente antigua, tanto por el aparejo, la orientación, y el arranque de un arco fajón, pensamos -con todas las reservas- que su datación podría llevarse al menos a época bajo-medieval. Al ser un edificio no documentado desconocemos su advocación, aunque, tratándose de la parroquial de un pueblo llamado Samper parece evidente que pudo estar dedicada a San Pedro.
* Texto extraído de un artículo publicado en El Cruzado Aragonés el 22 de diciembre de 2017.